Hasta ahora, los aparatos electrónicos como celulares, laptops, tablets o unidades reproductoras de música (obvio los iPod, dudo que alguien tenga un Zune) usan baterías de litio recargables, que ofrecen mayor rendimiento, permitiendo hacer recargas en el momento necesitado, sin tener que esperar a que acabe el ciclo completo de carga y/o descarga a diferencia de las hechas de níquel.
Imaginen que nuestros smartphones tuvieran una pila con duración aproximada por carga de más de un día (que es lo que actualmente duran) y que solo necesitáramos conectarlo unos minutos para continuar usándolo, ¿no sería una idea millonaria algo así?
Muy pronto [de 3 a 5 años ("súper pronto")] no tendremos que preocuparnos por esto, científicos de la Universidad de Northwestern, Estados Unidos, han modificado los materiales que componen las baterías hechas de ión de litio, para aumentar su potencia y tiempo de vida, por medio de un electrodo que permite a las baterías almacenar 10 veces su tamaño actual, reduciendo un 90% el tiempo de carga. El doctor Harold Kung, encargado de la investigación, y su equipo, encontraron la manera de introducir más iones en la unidad, acelerando su movimiento, gracias a un proceso de oxidación química que consiguió perforar orificios minúsculos, de 20 a 40 nanómetros de longitud, en las láminas de grafeno con las que están hechas las baterías.
Las desventajas encontradas con la nueva tecnología, es que después de haber sido cargada alrededor de 150 veces, la batería comienza a perder potencia, aunque seguiría siendo 5 veces mas efectiva que las que existen en este momento en el mercado.
El equipo planea enfocarse ahora en el cátodo, para inducir mejoras y crear una pila digna de comercializar.
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